El miedo es sano, al igual que el propio respeto, cuando sientes estar completo por alguna situación, el miedo es el que te devuelve a un estado ingrávido, a un estado de alerta y seguridad permanente que acentúa de forma extrema las sensaciones, y todo se convierte a una sola cuestión, “¿Estaré haciendo lo correcto?”, en esta historia todo pasaba por la felicidad del otro, y eso es lo que hace grande este relato. Saber que tu bienestar será el mío, que reconocer las cosas te eleva por encima de todo, que amar no es gratuito y conlleva una serie de cosas que no siempre son agradables y esas cosas son las que te hacen sentir completamente vivo. Completamente acojonado. Pero completamente feliz.
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